"Nunca me gusto hablar sobre mí, me involucro sólo en proyectos que me resultan interesantes o impulso los míos cuando siento la necesidad de hacerlo y esto ha sido así desde que tengo uso de razón. De una una u otra forma, siempre he estado involucrado en algún proyecto artístico y desde hace un año más o menos, integro un colectivo político-cultural llamado Vatayón Militante, que aborda los distintos aspectos del arte y la cultura popular; fomenta la participación ciudadana para crear canales que potencie el desarrollo creativo a través del arte. El arte como un medio liberador (.)"
Ale Elordi
nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina; el 29 de diciembre de 1955. Escritor, guionista, conductor de radio y fotógrafo; en la actualidad desarrolla
su proyecto fotográfico Micro Geografías Urbanas inspirado en el
constructivismo soviético. // Destaca en la trayectoria del escritor actividades en el ámbito artístico, cultural y social desarrolladas en paralelo, mencionando algunas de las cuales en: Rock and Pop-Radio (1995-1997) Co conductor y productor del programa Barrio Negro / Radiosónica-Radio (1997-1998) Co conductor y productor del programa Barrio Negro / Radio del Plata-Radio (1998-2000) Columnista programa El Puente de Plata / Productora Guión Arte (2000-2003) Asistente de producción Ejecutiva / Mate Cocido / El bandolero Rural-Película (año 2003) Asistente de producción / GuiónArte-Escuela de guión (2003-2011) / Profesor Materia Guión Cinematográfico I y II / Profesor Materia Guión Televisivo I y II / FATPREN Corto homenaje a periodistas desaparecidos durante la dictadura militar (guión y entrevistas) 2011.
Proyecto EntreVistArtista (EVA) © 2009 - 2013
Autora: Rosa Matilde Jiménez Cortés
“Entre Tú y Yo”: Ale Elordi (Arg)
EntreVistArtista:
El 16 de junio de 1955, a tres meses de que nacieras; Perón había sido derrocado. ¿Cuál es tu historia en el tiempo de aquellos acontecimientos?
Ale Elordi: Yo
he nacido en un hogar donde la política era cosa común. Mi bisabuelo Martín
Abad fue candidato de la primer lista de diputados socialistas que se
presentara a elecciones en mi país, todos en mi familia materna eran miembros
del Partido Socialista Argentino dirigido por el Dr. Juan B. Justo, que había
formado parte de la famosa Unión Democrática; una coalición de partidos
políticos nucleados bajo el auspicio de la embajada de los Estados Unidos de
Norteamérica, alrededor de la figura de su embajador Spruille Braden que se
oponían a Perón. Por lo tanto, el derrocamiento de Juan Domingo Perón fue
festejado en mi familia. Buena parte del estigma que rodea a la figura de Perón,
fue instalado en la opinión pública por un libro escrito por Spruille Braden
"El Libro azul de Argentina", donde se lo acusaba sin fundamentos de
los hechos más abyectos e incluso de tener relaciones o afinidades con los
nazis, siendo este libro desacreditado y condenado por el mismo Departamento de
Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, tiempo después a la luz de los
hechos.
La
historia política moderna de la Argentina debe dividirse en un antes y después
de Perón, y como argentino que soy, no puedo eludir la influencia que ha tenido
la figura de Perón en mi historia personal, que también podría ser dividida en
dos partes: una temprana influida por el entorno familiar, y una segunda, ya en
mi adolescencia en los 70´s donde me liberé del influjo del contexto familiar y
comencé a pensar en términos políticos por mí mismo; y descubrí que la historia
política reciente y la figura de Perón, no eran las que yo daba por ciertas.
Este descubrimiento determinó mi ideología política actual.
E.V.A:
¿Fue realmente una revolución libertadora? ¿Ha habido una transición en
beneficio del pueblo? Como argentino y militante activo, es de interés conocer
tu punto de vista.
AE: Pues
claro que no lo fue y esto dicho más allá de mi compromiso político actual, la
revolución libertadora (escrita así con minúsculas y que ha pasado a la
historia como revolución fusiladora) comienza con el bombardeo a la Plaza de
Mayo donde miles de civiles se congregaban en apoyo al gobierno constitucional
de Perón. Dicho bombardeo fue llevado a cabo por parte de la aviación de la
Marina de Guerra, provocando cientos de heridos y muertos, toda gente del
pueblo cuya única falta consistía en defender a un gobierno elegido en
elecciones libres y democráticas; siguió con el fusilamiento de militantes y
dirigentes políticos y pretendió borrar de la historia el nombre de Perón,
llegando hasta el extremo de sancionar una ley, la tristemente célebre 4161
llamada "Ley de Prohibición de elementos de afirmación ideológica o de
propaganda peronista", en la cual se disponía la prohibición de cualquier
mención del nombre de Perón o de Eva Perón, el uso de los escudos o banderas
partidarias. Previamente a esta ley, otra ya había disuelto al partido
peronista, todo un contra sentido, prohibir en nombre de la libertad.
Los
sectores más conservadores y reaccionarios de la sociedad argentina, formaban
parte junto a los militares de esa contra revolución oligárquica llevada a cabo
en contra de los intereses populares y del propio país, quienes se presentaban
ante el mundo como los paladines que libraban al país de un tirano, no eran otra
cosa que los sectores que durante toda la historia de la Argentina como nación
soberana, se había enriquecido a costa del pueblo y manejaban al país como si
fuese de su propiedad, dando por tierra con todas las conquistas sociales
logradas bajo los gobiernos de Perón, y subordinando los intereses del país a
los intereses del poder económico mundial, sumiendo al país en la dependencia
y comenzando así el largo proceso de decadencia que llega a poner a la nación
prácticamente al borde de la disolución con la crisis del 2001.
E.V.A:
Esos años en lo familiar y lo personal, ¿fue difícil enfrentar la situación que el país atravesaba?
AE: Yo nací
en un típico hogar de clase media argentina y como te he dicho anteriormente,
el derrocamiento de Perón fue festejado por mi familia. Ellos, al ser acérrimos
opositores, no tuvieron mayores inconvenientes durante los años en que los
militares golpistas gobernaron mi país. De esa época no guardo mayores
recuerdos, yo era muy pequeño, por lo que debo inferir que mi familia pasó esos
años sin mayores sobresaltos. Y en lo personal, los recuerdos que tengo de esa
época son los de cualquier niño que fue criado sin privaciones y rodeado de
amor.
E.V.A: De aquellos días de juego en la infancia, ¿cuál es tu mejor recuerdo y aquello quizá haya sido motivo de miedo? ¿Hubo en tu vida un ángel de luz?
AE: De mi
infancia el mejor recuerdo que tengo es la sonrisa de mi abuela materna. Por
una enfermedad de mi madre, ella me cuidó los primeros años de mi vida hasta su
muerte que ocurrió cuando yo tenía 9 años. Quizás, esto lo veo hoy, haberme
criado en un hogar de ideas socialistas, donde Dios, su invocación y lo
religioso estaban ausentes, me hizo crecer sin miedos; esos típicos que inculca
la religión católica, como el del infierno, el diablo, la noción de la culpa y
el pecado. Nunca hubo un dios mirando todos mis actos, solo la mirada
indulgente y protectora de mi abuela. El único miedo que recuerdo de esa época,
era a que mi abuela se muriese y me dejara solo, por lo demás, yo era un niño
muy inquieto, de gran imaginación y que tenía ya a esa temprana edad conflictos
con la autoridad. Nunca nadie pudo lograr que yo hiciese algo sin que
previamente contestara todas mis preguntas sobre el por qué debía yo hacerlo, y
en esto incluyo a las cosas más cotidianas como comer, dormir, asearme, hasta
otras no tanto como adoptar tal o cual comportamiento adaptándome a reglas
sociales. Y respondiendo a la segunda parte de tu pregunta, hubo un ángel que
me protegía y fue mi abuela.
E.V.A:
En la última dictadura militar que
padecieron los argentinos y hubieron más de 30.000 personas asesinadas, como el
escritor Rodolfo Walsh, dirigentes
sindicales, periodistas, militantes políticos, escritores… ¿Qué hicieron ellos
para merecer la muerte?
AE: En estos
días junto a unos compañeros acabamos de realizar un corto, bajo encargo de
FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa), en homenaje a los
periodistas desaparecidos y asesinados bajo la última dictadura militar. Hablar
de esa época tan nefasta en la historia de mi país, es uno de los más dolorosos
ejercicios de la memoria para quienes vivimos esos tiempos de terror y horror.
Pensar
esos crímenes como un hecho aislado de la historia del país es un error. Lo
ocurrido durante esa dictadura militar no fue más que otro eslabón de una larga
cadena de manifestaciones, el más cruento por cierto, de la voluntad imperial
por someter al pueblo argentino. Punto culminante de ese proceso es la crisis
que estalla en el 2001; esto dicho en una apretada y breve síntesis.
Quienes
fueron desaparecidos, asesinados y perseguidos, formaban parte de una generación
de argentinos que se atrevieron a soñar con una patria libre, justa y soberana.
Una generación de argentinos que creció y se formó en la época de la llamada
"resistencia peronista”, resistencia que comenzó con los inicios de la
revolución fusiladora y continuó su lucha hasta que fueron, bajo el paraguas
ideológico de la Doctrina de la Seguridad Nacional impuesta por los Estados
Unidos de Norteamérica a las naciones Latinoamericanas, eliminados por un
régimen que haría parecer a los nazis como meros aprendices.
E.V.A:
Emprendiste una cruzada personal donde luchas (junto con
una amiga), para que el congreso nacional dicte una ley de expropiación y
convierta la casa de Rodolfo Walsh en un museo dedicado a su memoria. ¿Ha sido favorable el panorama o de antemano
hay pocas probabilidades de éxito?
AE: Las
gestiones siguen, debido a que este es un año electoral en la Argentina (año 2011), no se
ha avanzado tanto como nosotros deseamos, pero eso lo sabíamos de antemano,
creo sinceramente que las posibilidades existen y seguirán existiendo en tanto
y en cuanto no abandonemos esta lucha y eso no se encuentra contemplado por
nosotros.
E.V.A:
En reuniones con diputados y senadores para interesarlos en el tema, ¿hubo
alguno que redactara un proyecto de ley a favor de tu propuesta?
AE: De las
reuniones mantenidas y a solicitud de un diputado de la nación, cuyo nombre
debe permanecer en el anonimato, mi amiga que es abogada, se encuentra en estos
momentos reuniendo antecedentes e información para redactar un proyecto de ley
que será presentado en la Cámara de Diputados cuando lo hayamos finalizado.
E.V.A:
¿Con qué finalidad emprendiste esa cruzada que no es en beneficio directo? ¿Qué
te llevó a ella o quién la motivó y porqué?
AE: Son
varios los objetivos y los motivos que me llevaron a contestar el llamado de mi
amiga y emprender junto con ella esta cruzada. Rodolfo Walsh fue uno de los más
grandes escritores y periodistas argentinos, comprometido con el tiempo
político en el que le tocó vivir, al punto tal de desafiar a la junta de
gobierno con una carta pública donde denunciaba los crímenes que esta cometía.
Yo,
como sobreviviente de esa época nefasta, sin haberlo conocido personalmente
pero compartiendo los mismo ideales por los que él luchó y dejó su vida, me
siento en deuda; una especie de compromiso moral que asumo y que por supuesto
no busca ni aspira al reconocimiento personal .
La
lucha por nuestra identidad, por el ejercicio de la memoria contra el olvido
son los motores de esta cruzada. Formo parte de una generación de luchadores
idealistas y soñadores que parió nuestra América Latina desde sus mismas
entrañas. Me siento parte de un colectivo que ha luchado y seguirá luchando por
la justicia y el bienestar de nuestros pueblos, que al fin y al cabo, comparten
un origen y destino común hermanados por la misma lengua.
E.V.A:
¿Mantienes una lucha infructuosa contra el olvido, contra el pasado o quizá
aquello que nunca podrás alcanzar?
AE: Digamos
que sostengo mis ideales con mis acciones. Contra el pasado no se puede luchar,
el pasado fue, está allí hablando de nuestro aciertos y nuestros errores, de
nuestras victorias y derrotas; del pasado aprendo y me reconozco, allí se
encuentran mis raíces y todo lo que me da identidad.
Pero
como te decía antes, y tratando de poner en perspectiva las cosas, al sentirme
parte de un colectivo, de un proceso histórico que se escribió, se escribe y se
seguirá escribiendo; pensarme como individuo aislado carece de sentido. Tengo
una herencia, trasmitiré un legado, seguramente no alcanzaré a ser testigo de
muchas cosas, pero el proceso no se detendrá con mi muerte, como no se ha
detenido con la perdida de tantos compañeros que cayeron luchando. Los pueblos
somos eternos, tenemos el tiempo de nuestra parte y finalmente, lo digo con
total certeza, aquellas cosas que otros en el pasado han soñado y por las que
han luchado y ofrendado sus vidas, estas cosas por las que luchamos y soñamos
en el presente, más temprano o más tarde, finalmente las alcanzaremos.
E.V.A: Quizá
te sientas cómodo compartir reciente experiencia, donde comer (algo en
apariencia simple), a ti resultaba doloroso y llevó a perder 30 kilos...
AE: Como dice
el refrán, "no hay mal que por bien no venga " y dado mi edad (55
años), haber perdido esos kilos no me ha venido mal, lo que no recomiendo es
la dieta que me vi forzado a seguir por culpa de unos dolorosos tumores (por
fortuna, benignos) que se formaron en mi maxilar superior, los cuales necesitaron
de cirugías (dos) para ser extirpados y que me impedían masticar. Así que pasé
unos seis meses entre cirugía y cirugía, alimentándome con una dieta blanda que
me resultaba por demás aburrida con el correr del tiempo, transformándose la misma en un mero acto mecánico, despojado del placer que significa para
mí el comer: toda una ceremonia que comienza en el mercado eligiendo los
alimentos, sigue en la transformación de estos en un platillo que se convierte
en disfrute final para los sentidos, un festival de sabores, colores, olores,
formas y texturas y no solamente en la satisfacción de una necesidad biológica.
E.V.A:
¿Eres optimista respecto al tiempo que ya viviste y en el que ahora te encuentras?
¿Condicionas tu existencia al paso del tiempo?
AE: No sé si
soy optimista, tampoco sé si no lo soy, con respecto a mi vida, siempre he
tratado de vivirla en plenitud y con intensidad y lo sigo haciendo hasta ahora. Creo que la vida es una aventura que merece ser vivida, con plena conciencia de
cuanto ocurre a mi alrededor, intentando ser protagonista o partícipe y no un
mero espectador.
No
puedo negar que el paso del tiempo de una u otra forma me condiciona, sería
necio negarlo pero, si bien los años traen consigo la decadencia del cuerpo, por
otro lado me va enriqueciendo con las experiencias vividas. Siento la misma
energía que sentía cuando era más joven, las mismas ganas de hacer o quizás más
ganas aún. El presente que vivo, el que vive mi país y mi pueblo, me ilusiona y
me compromete.
E.V.A: "Amo las noches de lluvia cuando en soledad puedo imaginarte mía
y detenerme sin prisas a besar tus sombras, mientras nos envuelven los quejidos
del bandoneón de Astor, como vos tan eterno..." ¿Quién es ella que así le hablas?
AE: Con esas
palabras me refiero a mi ciudad, Buenos Aires, mi lugar en el mundo, a quien
amo con pasión y me gusta recorrerla con ojos que la ven cada vez, como si
fuese la primera, con el ánimo dispuesto para dejar que me sorprenda con su
belleza y con el corazón abierto para volver una y otra vez a enamorarme de
ella.
E.V.A: Tu proyecto de
fotografía "Micro Geografías Urbanas" inspirado en el constructivismo soviético, ¿en qué consiste y cuál es la finalidad?
AE: Vladimir
Tatlin, padre fundador del constructivismo, dijo una vez que el arte era "no
lo viejo, no lo nuevo, sino lo necesario", y que la misión del artista, es
la de construir el arte. Él también agregaba otra condición necesaria: que
fuera representante del estado proletario, es decir, planteaba un arte inmerso
en la realidad histórica y representante del pueblo que lo cobijaba. Mi
proyecto fotográfico es un homenaje a la ciudad que amo, un intento por
construirla desde mi mirar logrando las imágenes que la resignifiquen y
redescubran.
E.V.A:
Eres escritor, guionista, conductor de radio y fotógrafo. ¿Trabajas de forma
independiente o con alguna productora? ¿Impartes clases?
AE: Como
guionista he trabajado en el pasado asesorando a productoras, una de ellas es Miravista,
compañía subsidiaria de Disney. Participé en el guión de una película argentina
llamada Mate Cocido (ese era el apodo de un bandolero rural, una especie de
Robin Hood de mi país).
Estoy trabajando junto a mi hijo en la formación de una
productora de contenidos para la televisión de mi país. He dado clases en la
única escuela de la argentina "Guion Arte", dedicada en exclusividad a la
enseñanza de la escritura de guiones en todas sus variantes: cinematográfica,
televisiva y radiofónica. También asesoro a guionistas independientes y doy
clases en forma particular.
En
estos momentos, junto a otros profesionales, estoy intentando abrir una escuela
de cine gratuita desde la agrupación política en la cual participo. En tanto mi
actividad como escritor es puramente lúdica, una especie de refugio y por el
momento no especulo con la posibilidad de publicar ninguno de mis escritos.
E.V.A:
De aquella época que hiciste radio, ¿cómo fue y qué logros obtuviste? ¿Piensas
incursionar de nuevo?
AE: Llegué
a la radio de pura casualidad. Una tarde tomando un café en un bar con un grupo
de amigos, me presentan a Pablo Balat, un importante Dj de mi país. Conversando con él, me propuso que me incorporarse a su show; en una primer momento,
lo tome como una broma ya que él trabaja en la radio FM Rock&Pop que había
revolucionado la forma de hacer radio en mi país a inicio de los 80´s. Pero no
fue una broma, y trabajé con Pablo en la Rock&Pop desde 1995 hasta el año
1998, donde hacíamos un show llamado Barrio Negro y dentro del mismo, yo tenía mi
sección llamada Crónicas del Ghetto donde leía los crónicas escritas por mí.
Las
mismas eran una especie de periodismo ficción donde intentaba estirar los límites
de la realidad, dejando volar mi imaginación en la interpretación de diferentes
conflictos sociales que acaecían por esos años. El
show salía al aire en forma ininterrumpida todos las trasnoches de los viernes. Durante los tres años que duró nuestra relación con la Rock&Pop, jamás
repetí un relato, lo que produjo aproximadamente unas 150 crónicas. Luego,
la misma empresa propietaria de la Rock&Pop, nos ofrece un show en una nueva
radio que pretendía ocupar un espacio hasta ese entonces vacante, dedicado a
culturas alternativas y fuera de la mainstream musical de la época.
El nombre
de esta nueva radio era Radio sónica y estuvo al aire durante un año, desde 1998
hasta finales de 1999. Al
cerrarse esa radio, recibo una oferta para trabajar en Radio del Plata, una
emisora AM de alcance nacional (siempre en el horario de la trasnoche). Este
Show se llamaba El puente del Plata y era producido por Sergio Cirigliano, muy
reconocido en mi país. Allí el desafío fue mayor ya que la propuesta consistía
que cada hora de programación fuese cerrada con una de mis Crónicas, y aquí cabe
la aclaración: el show se emitía diariamente de 0 horas a 6 AM de Lunes a Lunes. Fue un año de mucha creatividad y satisfacción en lo personal, ya que de nuevo
pude cumplir con el compromiso que yo había tomado con la audiencia y no se
repitió una sola crónica.
En
estos momentos al hallarme enfocado con el proyecto de la productora, no entra en
mis planes volver a la radio, sin emgargo; los años me han dado la suficiente
experiencia como para saber que no se puede decir de esta agua no haz de beber.
E.V.A:
¿Te has enfrentado alguna vez a la censura?
AE: Apropósito
de esta pregunta, mi relación con Radio del Plata, finaliza cuando deciden un
cambio de formato para el show, y junto con ese cambio, me pidieron
"crónicas un poco más light" (sic) a lo que yo me negué y di por
finalizado mi vínculo artístico; lo que podría ser interpretado como un intento
de censura, aunque sí me enfrenté a un hecho concreto de censura, con un
radioteatro que escribí en el año 2001 que fue censurado por la dirección de una
radio y no tuvo la oportunidad de salir al aire; nuevamente porque me negué a
introducir o aceptar ningún tipo de cambio en la obra, por cuestiones afectivas,
ya que se trata de la radio de una ONG que ha luchado por la defensa de los
derechos humanos en mi país preferiría reservar el nombre.
E.V.A:
¿Sitúas tu obra literaria en alguna corriente en particular? Hablemos de tu
estilo, de los recursos poéticos, de la belleza material, representativa y
significativa; de la estética literaria que empleas y el poder que le confieres
a la palabra.
AE: Creo
poseer un estilo bastante ecléctico si bien las estructuras narrativas son
clásicas, podríamos decir regidas por las reglas de la Poética Aristotélica,
pero los recursos a los que apelo no; trabajo fundamentalmente en el intento de
la construcción de imagen y emoción en el lector.
Todos
mis cuentos o relatos y lo mismo para los guiones, comienzan dentro de mi
cabeza como una imagen y la fuente puede ser diversa, motivada por un
sentimiento, una persona, una imagen real o sugerida por la música, pero
siempre la génesis del relato es a partir de una imagen, es decir no hay una
idea preconcebida, no existe una foto historia del relato, es la imagen y mi
curiosidad por saber que hay detrás de ella que se esconde o que secretos
guarda.
Terminando
por responder tu pregunta, la palabra es la más formidable herramienta que
posee el ser humano para comunicarse, la más maravillosa y versátil, capaz de
transmitir conocimientos, simbolizar, construir identidad y preservar del
olvido; tanto en su forma oral o escrita.
E.V.A:
¿Te consideras un hombre con densos nubarrones y sombras en el alma, que al
escribir ilumina esas oscuridades aunque solo sea por un momento?
AE: Mira, sé
que soy un hombre plagado de contradicciones, lleno de preguntas, miles de
ellas y sólo algunas respuestas, apenas un puñado. Soy un hombre complejo que
lleva toda una vida intentando simplificar esas complejidades, y escribir me
produce una sensación de regocijo y de sufrimiento a la vez, y de vacío una vez
terminado .
Necesito
escribir por una cuestión vital. Las imágenes se acumulan y estas generan
historias, relatos algunas de ellas; guiones que debo escribir para ordenar y
vaciar el caos en que se convierte mi cabeza si las retengo.
E.V.A:
En tus relatos dejas espacio a la posibilidad de algo más de forma
irónica, que desde la fe misma. ¿Eres un hombre que cree firmemente en sus
ideales o aquel que simplemente intenta ordenar el caos le ha tocado vivir?
AE: La
ironía es un arma que uso frecuentemente en mis relatos, mi vida está regida
por mis ideales, y por alguna razón, no puedo ser un mero espectador, lo que me
lleva a involucrarme directamente en los sucesos que me son cercanos, como por
ejemplo lo que tu llamas cruzada por lograr que sea declarada patrimonio
histórico la casa natal de Rodolfo Walsh, de la misma forma estuve durante la
dictadura militar y sigo estando involucrado hoy en la lucha por la defensa de
los derechos humanos. Por lo demás he renunciado hace tiempo a ordenar el caos
en que me ha tocado vivir y me conformo con apenas poder llegar a comprenderlo
E.V.A:
La mujer y el hombre como parte de un plan "complementario", en tus escritos son retratos en constante desacuerdo, porque estar juntos, forma parte
del panorama rutinario de la costumbre. En un mundo ideal, ¿dónde situarías al
hombre y a dónde a la mujer?
AE: Me
haces sonreír con esta pregunta... En un mundo ideal, la mujer estaría ubicada
junto al hombre en un plano de absoluta igualdad; desafortunadamente, no es así. Mis relatos reflejan lo cotidiano, pequeñas anécdotas, un poco exageradas si es de una relación entre ambos sexos. La vida de la mayoría de las parejas
transita permanentemente por el amplio abanico de los grises, con mas sombras
que luces; la costumbre y la comodidad son quienes los mantienen unidos, el ser
humano pasa su vida en el intento vano de construir certidumbres cuando la vida
misma es incertidumbre. La única certidumbre que todo ser humano puede tener
desde el momento en nace es que un día más o menos lejano morirá.
Por
esa desesperada búsqueda de seguridad por la comodidad que se encuentra en esa
conformidad, es por la cual muchas parejas permanecen unidas y prefieren aceptar
la rutina y negar los conflictos antes que enfrentarlos e intentar resolverlos.
E.V.A:
De buena fuente sé que conociste al maestro Arturo Ripstein, en Buenos Aires, ¿quisieras compartir esa experiencia? Como bien ya decías, "La mujer del
puerto" es una bellísima historia y un relato cinematográfico impecable.
AE: A quien
considero el mejor director de cine que ha dado México lo conocí con motivo de
una de sus visitas a Buenos Aires en el año 2003, cuando vino invitado por el
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), para dictar un
seminario, al que por supuesto concurrí.
Tuve
la oportunidad de dialogar con él y con su esposa Paz Alicia García Diego que
es la autora de sus guiones, puesto que en lo personal estaba intrigado por
saber el motivo por el cual, todas las historias de sus películas se
desarrollaban en el seno de los sectores más desposeídos y marginales de la sociedad
mexica, quería saber a qué obedecía esa elección: si a una cuestión estética o a
una ideológica. Su respuesta fue mucho más simple como suele ocurrir, y él me
contestó que elegía las historias porque simplemente lo emocionaban tocando
fibras muy intimas de su ser.
Guardo
el mejor recuerdo de esos momentos, principalmente de su amabilidad, sentido
del humor y por todo lo que él representa en la historia del cine
latinoamericano.
E.V.A: Te respaldan estupendos trabajos, y
sin embargo, son obras que no han visto la luz, ¿por qué razón?
AE: Como te
dije, mucho de lo que escribo no tiene otro fin que el de ser escrito, pero
queda allí aguardando su momento. Detesto todo lo que implica lograr que una
obra sea publicada, las largas esperas en antesalas, las secretarias
antipáticas; demasiado gasto de energía que puede ser aprovechada mejor. Escribo porque lo necesito y porque me provoca mucho placer. Por otra parte, no
siempre fue así porque a lo largo de mis años de radio cientos de relatos
fueron emitidos y escuchados por miles de personas y para mí es más que
suficiente, puesto que por cuestiones estéticas e ideológica fue mi decisión
expresarlos de ese modo, sin costo alguno para el público; una especie de brisa
que salía del receptor, efímera que quedase solo en la memoria de quienes los
escuchaban. Algo así como pintar un cuadro en el aire o escribir un poema en el
agua.
E.V.A:
Tuve la primicia de haber leído "Sur", guión que te llevó
poco más de tres años escribir. Mucho tiempo parir una obra de grandes matices
y contrastes, ¿qué harás con él? ¿Mantendrás bajo llave un guión sin pisar las
marquesinas y privarlo del aplauso?
AE: Ese guión
es un proyecto pendiente que quiero ser yo quien lo dirija y lo lleve a cabo.
Lo considero una parte de mí, una historia que me involucra desde lo personal y
que no concibo que sea filmada por otra persona; esas son las razones
fundamentales y como te decía antes, estoy trabajando en la puesta en marcha de
una productora y con un poco de fortuna y vientos propicios podré finalmente
concretar este proyecto.
E.V.A:
Finalmente, "Obsidiana" Invítanos a entrar en ella...
AE: Lo
primero que debo decir sobre Obsidiana, es que fue un presente para ti y por tu
intermedio un homenaje a tu tierra y tu cultura, tan próximas al corazón de
muchos argentinos;
México fue la tierra generosa y solidaria donde cientos de mis compatriotas
encontraron cobijo fraterno durante los peores momentos de la última dictadura
militar que padecimos y gestos como el del pueblo y gobierno mexicano no se
olvidan.
Siempre,
desde muy pequeño me sentí atraído por las culturas mesoamericanas y
especialmente por la azteca, mucho he leído a lo largo de los años, hasta
alcanzar un modesto conocimiento que fue empleado para situar la historia que
relato en Obsidiana.
Hablando
ya de Obsidiana específicamente, expone una idea en la que vengo pensando
desde hace muchos años y que podría resumirse en el siguiente concepto: los
pueblos como colectivo son eternos, son el sustrato en donde las raíces del
árbol de la historia se hunden en busca de nutrientes, cada generación forma
parte de un eslabón de un larga cadena.
Los
pueblos reciben la herencia de quienes los precedieron y transmiten ese legado
a las generaciones por venir, desde este punto de vista, más allá de las
derrotas sufridas y los circunstanciales yugos impuestos por las clases
dominantes, más temprano que tarde los pueblos vencerán...
El
puñal es un símbolo que encierra el poder de una cultura capaz de disciplinar
a una sociedad como la azteca, y someter a otros pueblos, ese símbolo, muchas
generaciones después, establece en Lizeth
un despertar, una conexión con su cultura ancestral que hace que se rebele y
nos lleva hacia el desenlace del relato.
Para EntreVistArtista, Ale Elordi. Un guerrero
sensible cuya arma son las letras; el que es amante incondicional de ellas:
Rosa Matilde
Jiménez Cortés
México, 14 de
septiembre de 2011.
[Entrevista
efectuada el día 14 de septiembre de 2011, vía Internet. / Colaboró para EntreVistArtista (EVA)
Ale Elordi / Material
proporcionado para la entrevista: Fotografía de porta, en el "face
book" del autor // EntreVistArtista
(EVA)
es un proyecto independiente de Rosa Matilde Jiménez Cortés. H.
Córdoba, Veracruz; México]